
No soy demasiado efusiva, pero cuando entrego mi cariño (a una pareja o a un amigo) lo hago de verdad. Tampoco voy diciendo "te quiero" o "te amo" a todo el mundo, se me hace vacío decirlo a cada momento. Creo que a la única que se lo repito es a mi madre, quizás sea el "te quiero" más sincero que me pronunciado.
Apenas hace un tiempo he estado replanteándome esas cosas del amor y la amistad, no sé qué tan buena amiga sea, de hecho tengo pocos amigos y los puedo contar con los dedos de las manos. Mi mejor amigo es hombre y quizás sea porque crecí rodeada de hombres, no tengo hermanas, no sé que sea la confidencia entre las mujeres que viven y crecen bajo un mismo techo.
Las mujeres somos cosa aparte dicen por ahí que "podemos destrozarnos, pero no podemos hacernos daño", ¡que frase tan más hipócrita! Claro que podemos destrozarnos y tirarnos mierda hasta decir ¡basta!
Hoy recordé a una amiga de la Universidad, hace tiempo que dejé de hablar con ella por un "mal entendido", me he enterado que se ha convertido en madre. Es curioso imaginarmela embarazada o ahora ya con su bebé en brazos y no estar con ella.
En un tiempo llegué a pensar que estaría con ella en esta etapa, aunque la verdad no me la imaginaba como mamá.
Nunca he sido uña y carne con mis amigas, así como he visto lo son otras mujeres, no sé por qué me cuesta confiar en las mujeres y no soy misógina, tampoc feminista, ni nada por el estilo pero siempre he pensado que la amistad entre mujeres es complicada, así como nosotras.
Quisiera tener una hermana; es muy tarde para pedirla, quisiera una amiga como Cristina que fuera más que mi amiga, que fuera como una vez la enunció Meredith: "mi persona".
1 comentarios:
Puf! la amistad es también un flor de riego diario, eso si muchas veces sus semillas son resistentes a los inviernos mas crueles, tal vez un primer paso de tu parte te acerque a esa amiga ahora que es madre.
Publicar un comentario