Dormir contigo...


Nunca me gustó dormir acompañada, soy muy especial para dormir. De niña recuerdo que le supliqué a mi papá que me comprara mi cama ya que me setía "apretujada" al dormir enmedio de mis padres.
Tenía tres años y ya exigía mi espacio, para poder dormir a mis anchas y soñar sin temer golpear a mi mamá.

Llegó mi camita nuevecita, era chiquita y muy bonita a partir de entonces dormí sola, libre, feliz. La cama creció en unos años, mi papá me mal acostumbró al comprarme una cama matrimonial, expandí mi espacio, mis sueños, mis brazos, todo.

Y hace un tiempo dormí con J, aunque ya había dormido con él; esta última ocasión fue diferente, especial.
Hacía mucho frío y él me abrazó por detrás, a pesar de que no dormí mucho porque no estoy acostumbrada a que me abracen por las noches, me sentí muy feliz, especial, y no nos soltamos en toda la noche.

Comprendí que lo amaba, que podía pasar todas las noches durmiendo con él, compartiendo mi vida, mi cama, mi espacio. Que no era sólo el sexo, que era algo más, el momento del "después" cuando me abrazaba y me sentía tan segura.

Y ahora estoy sin él, nos separamos por motivos absurdos, no sé si haya un nuevo capítulo entre los dos, ahora sólo lo guardo en un rincón y ansío volver a dormir a su lado.

Experimentos

A la vida uno llega sin saber nada de nada, no sabemos hablar, caminar, escribir, leer, etc. Y como dicen los Fabulosos Cadillacs "En la escuela nos enseñan a memorizar fechas de batallas pero, qué poco nos enseñan de amor"; y por eso uno va por la vida sin saber nada del amor, uno va experimentando, enamorándose de cualquiera que agrade a nuestros sentidos, enamorados del aroma, de las letras.

Y ahí va uno como en el método científico, observando y luego experimentando y lo peor es que los experimentos no siempre son lo se quiere, bueno... todo investigador tiene sus fracasos.

Pues bien, aquí algunos experimentos que presento a la comunidad científica (bueno, bloggera)

Experimento 1: Fui el primer sujeto, duré algunos años en el experimento; era detallista, muy romántico y cursi, quería mucho a la investigadora pero después de un rato el experimento me aburrió y me fui con otra que al parecer tenía algo mejor que ofrecer, pero después de un tiempo me doy cuenta que no soy feliz y me lamento por mi decisión.
Hice llorar mucho a mi descubridora y ahora la extraño mucho, pero ya ni modo ya pasé de moda y me tengo que conformar con el recuerdo de lo que fuí.

Experimento 2: Soy el sujeto de estudio que toda quisiera tener: Alto, atlético, con experiencia, apasionado, inteligente, auto propio, un excelente trabajo bien remunerado, no tomo, no fumo, no tengo vicios... bueno, mi único vicio es mi arte marcial y soy adicto al trabajo, tanto que a veces no me acuerdo de llamar a mi investigadora para reportarme y soy descuidado a la hora de entablar un romance, primero soy bien interesado pero después olvido el seguimiento al proyecto.
Mi descubridora decidió abandonar la misión porque siente que ella da más que yo, y yo como que aún no me cae el veinte y la tesis que parecía perfecta, quedó inconclusa.

Experimento 3: Yo surgí por pura coincidencia, así sin "querer queriendo", sólo éramos amigos y era un sujeto "X" después quisimos experimentar y nos gustó... No pudimos concluir la investigación porque yo tengo dueña y mi investigadora no quiere broncas así que decidimos abortar la misión, aunque seguramente nos la hubiéramos pasado muy bien ya que nos gusta estar juntos y escuchar la misma música y hablar de las mismas tonterías.

Experimento 4: Conmigo nada más quieren experimentar, soy un conejillo de indias o no sé, pero conmigo la investigadora quiere sólo practicar, usarme y ya... La investigadora no quiere nada serio conmigo, y yo tampoco porque tengo dueña y a pesar de que le traigo ganas a la investigadora no cedo porque la conciencia no me dejará vivir en paz.
Así que nos aguantámos para no comernos el uno al otro, nos vemos y nos antojamos; la investigadora sí quiere pero yo, soy un hueso difícil de roer y mejor me aguanto, no vaya ser el chamuco.

Experimento 5: Yo soy el comodín, muero porque me investiguen, daría lo que fuera por ser el objeto de estudio de esta investigación, pero al parecer mi Currículum no le atrae a la investigadora así que no me hace caso.
Por más que insisto e insisto ni una mirada me dan, tal parece que soy invisible y a pesar de que me han dicho que de no entraré en la investigación yo sigo aquí fiel a la causa, con la camiseta puesta.
Seguiré en la banca, porque ya me dijeron que no cumplo los requisitos y no me dejaron demostrar mis cualidades, creo que soy el experimento más fallido porque ni siquiera me probaron.


Este es la actualización más reciente de esta investigación; la fase de observación, hipótesis y experimentación continúa, aún no hay teoría así que habrá que seguir investigando y buscando especímenes para analizar.

Mientras tanto, habrá que divertirse en el intento ¿no?

Muchas palabras


Para no olvidar, para siempre recordar, para reflexionar dejo estas frases que en alguna ocasión me han dicho algunos hombres:


  • Eres muy importante, vales mucho la pena, vas a a encontrar a alguien que te haga feliz.

  • ¿Por qué no apareciste antes en mi vida?

  • Ya, deja de llorar pensarán que te estoy secuestrando.

  • ¿Podemos tener sexo sin compromiso?

  • Si yo fuera otro tipo, tú serías mi amante.

  • Eres diferente a lo que he conocido eres "rara"

  • ¿Por qué no me dijiste que eras virgen?

  • Piensas con el corazón

  • Estás segura que nos tomamos un café y después ¿hacemos otras cosas?

  • Qué bueno que en el pasado no te valoraron, de lo contrario no estarías aquí.

  • ¡Déjate querer!

  • Le ando consiguiendo otra mamá a mi hijo ¿te animas?

  • Nunca te voy a olvidar y espero que seas muy feliz.

  • Me quiero casar contigo, aunque tenga dos meses de conocerte.


¡Ay! ¡Cómo nos encanta hablar a los seres humanos!