De repente todo empezó como un encuentro para "platicar", algunos pares de cervezas. Creo que el error fue darme demasiado "rápido".
Ahora que lo analizo, no sé que hice mal; quizás debí hacer caso a los consejos de mi madre: "no le des a los hombres sexo, porque es lo único que buscan". Pensé que en "estos tiempos" eso ya no se da, pero ahora lo estoy dudando.
Empezamos a platicar de música, de nuestros gustos, de mi profesión, de sus deseos de seguir estudiando, de nuestro trabajo (para mi mala suerte trabaja en la misma empresa que yo)
Me dijo que lo acompañara a fumar, (cabe destacar que yo ni siquiera fumo) y me dijo: "Me gustas", a lo que contesté "yo también".
-Ahora ¿qué sigue? -dijo él-
-No sé -contesté con risas-
Mis amigos nos observaban con curiosidad y nosotros comenzamos a besarnos, él abrazaba mi espalda. Esa fue la primera "cita".
En la segunda cita, salimos nuevamente con mis amigos y ya éramos "novios", como "novios" que éramos terminamos por pasar la noche juntos.
Yo tenía poco de haber terminado una relación, él tenía miedos...
Me usó, lo usé... ¡qué más da! Creo que esa fue toda nuestra historia: una noche, besos, nuestros cuerpos entrelazados y nada más. No hubo un "te amo", yo me quedé con mis expectativas guardadas, te quedarás en mis sueños nada más.
