De correos...

Hola amigo ¿cómo te va?

Yo ando pensativa (en el buen sentido de la palabra) ja!

Creo que he encontrado el por qué me siento tan a la defensiva con respecto a mi ninja, y no es por él, sino por la historia y el contexto que he tenido.

Platicando hoy con él, me dice que una vez yo le comenté que nunca fui una niña consentida por mi padre que de alguna manera me sentí abandonada cuando era niña pues él se la pasaba todo el tiempo trabajando.

Entonces yo aprendí a estar solita, sin nadie que me chiqueara y cosas de esas, sólo respaldada por mi madre y mis hermanos.

Cuando llega la pérdida de J se me rompió la estructura que tenía (alguien que yo sentía que me quería) y ahora me doy cuenta que J me llenaba sólo en el sentido sentimental (ya que él me consentía demasiado, me sentía cuidada y protegida) entonces llega el dolor de decir ¿cómo es posible que alguien que me cuidaba, que supuestamente me “amaba”, que estuvo conmigo durante tanto tiempo ¿me pudo dar semejante madrazo?) y es entonces cuando surge el miedo a que esto vuelva a pasar y otra vez el sentimiento de abandono.

Como tú bien me dijiste una vez: que yo salí de esa relación obligada por las circunstancias, y sí así fue.

Por eso el otro día, te dije que era muy difícil encontrar alguien, me refería a que ahora ya no busco a alguien que sólo me llene sentimentalmente sino en otros aspectos (léase intelectualmente, profesionalmente, sexualmente, jeje)


Hoy, que me encuentro ante algo nuevo aparece ese miedo, yo sé que no debo juzgar a el ninja; por cosas de las cuales él no tiene la culpa, pues él ha hecho todo lo posible por ganarse mi amor (uy que cursi jaja)

Sé que es totalmente diferente en todos los sentidos y eso me encanta. Y por eso me cuesta un poco de trabajo aceptar que me cuide, que me apapache, que me consienta y proteja, pongo la guardia y estoy a la defensiva por temor al dolor. Sé que tengo que librarme de eso ya que es lo que no me ha permitido disfrutar al 100% lo que él me da.

Hasta el momento lo he logrado poco a poco, confiando en él, dejándome llevar y pues creo que ahí voy, lenta pero segura.

El motivo de este correo no es para contarte mis traumas, sino para simplemente sentirme escuchada (o leída jaja) ya sabes escribir me ha servido como terapia.


Te quiero amigo y gracias por estar a mi lado, por escuchar mis redundancias, por apoyar aunque a veces no estés de acuerdo.

******* Correo enviado a mi mejor amigo, hace ya casi un año*******