El amor lo estropea todo...


Esa es la idea que ha dado vuelta en mi cabeza en los últimos días: El amor estropea la diversión.


Esa es la "teoría" que sostuve con él. Al ver que nuestra relación no iba hacia ningún lado (y ni siquiera hablo de casarnos, esas son palabras mayores) simplemente me refería a tener una relación estable (quizás esa también sea una palabra peligrosa, en fin). El punto es que nuestra relación se empezaba a tornar en únicamente vernos una vez a la semana para tener sexo memorable, fue entonces cuando solté la teoría:

- ¿Por qué no sólo nos dedicamos a tener sexo? Mira, nos vemos cada que tengamos ganas, a mí me encanta, a tí también; entonces nos dedicamos a tener sexo fenomenal ¿te parece? No involucramos al amor, no pregunto, no preguntas y ¡me haces feliz entre semana!

- ¡No! -contestó él- yo te quiero, y deseo algo formal contigo.


Y ahí fue cuando la diversión terminó, porque para mi mala suerte "me enamoré", yo hubiera sido muy feliz si sólo nos hubieramos dedicado a tener sexo, si él me hubiera dicho que sólo quería tener sexo y practicar el kamasutra conmigo lo hubiera entendido perfectamente. Pero ¿por qué involucrar al maldito amor? ¿Por qué decir "te amo", después de tan excelente ejecución?


Yo me divertía, me divertía mucho... pero el amor vino a estropear mi diversión. Triste mi suerte, maldita mi desgracia.

Ahí vas otra vez...

He escrito mucho de él en este blog, es más me aburro a mí misma con esa misma historia. Volví a caer... ¿Le creo? No, no le creo.

Sin huevos...

Así me dijo: "No tuve los huevos para buscarte", "Ojalá el amor que te tengo me de el valor para buscarte". Mi respuesta: "En efecto, te faltaron huevos..."
Triste pero cierto, y esa fue la historia de nuestra relación, ¿me duele aún? Un poco, no es fácil desprenderse de algo así de intenso y más cuando encuentras lo que soñaste, cuando crees que el especímen es diferente.

Es uno de los muchos "adiós" que nos hemos dado ¿por qué nos aferramos? No lo sé... sólo se que me hubiera encantado que tuvieras más "huevos".

Pero como dice Benedetti:
"...no creas nunca este falso abandono,
estaré donde menos te lo esperes..."

Muy agradecida, muy agradecida...


Agradezco tener mi capacidad auditiva al cien por ciento, para poder escuchar la música que se me antoja, agradezco ser versátil y tener más de 2 mil canciones que no se repiten; también agradezco que dentro de mis gustos musicales no se encuentren el reggeaton o el duranguense.


Agradezco mis ojos brujos y "wayuseyescos" que me permiten observar lo que las palabras callan. Agradezco ser pequeña y así caber en cualquier lado, aunque de repente me atropellen en el metrobús; agradezco no usar tacones porque así puedo correr cuando se me hace tarde.


Le agradezco a mi madre que se aferró a mí cuando aún era un feto sin nombre, le agradezco a mi padre que siempre me haya insistido para terminar una carrera, le agradezco a mis hermanos que me hayan cuidado, que me hayan hecho llorar y reír. Le agradezco a la UNAM mi formación académica.


Agradezco las lágrimas del pasado, agradezco las cicatrices que me recuerdan quién soy y los caminos andados. Agradezco a los que se fueron, porque algo aprendí de ellos; agradezco las traiciones que me hicieron ver quién de verdad es mi amigo, agradezco los viajes, las fotos, las sonrisas, las desveladas; las borracheras, las mentadas de madre, las fotos rotas; los desamores, la filosofía, las películas; las fiestas, los tacos, las pláticas.


Agradezco el café, las hamburguesas, los libros, los poemas y como bien dice Fito Paéz:


"Me gusta estar al lado del camino,

fumando el humo mientras todo pasa,

me gusta abrir los ojos y estar vivo,

tener que vérmelas con la resaca..."


No sé que más tenga que agradecer, lo demás creo que me lo he ganado.

Lapsus


Hoy tengo un lapsus de frío emocional, tengo las manos frías y no tengo ganas de hacer nada. Quisiera un abrazo fuerte y caluroso... No hay nadie aquí, sólo mi amiga soledad y yo, últimamente nos hemos hecho muy amigas la canija soledad y yo. "No te cierres, mi niña", enuncia mi amigo Manu, -No, no me cierro amigo, es sólo que no hay nadie con quien quiera pasar mi tiempo y menos, si sólo me quieren para un rato o si hay una plática vacía y sin sentido.


Es sólo un lapsus, tal como dice Benedetti: "La soledad, también puede ser una llama". Ya pasará, ya pasará...

El mal humor...

Hoy que venía en el metro de la ciudad, observaba a las personas. Terminé de leer un libro de Mario Benedetti así que a falta de letras, me puse los audífonos para escuchar algo de música. A mi lado iban dos señoras: una iba refunfuñando de su familia, la otra la escuchaba pero tenía el rostro más amable. La primera parecía malhumorada y así hablaba, nunca me ha gustado la gente mal humorada, a pesar de que yo suelo tener un mal carácter (eso decía mi ex novio, jaja) creo que no me veo tan enojona a simple vista, en fin.

Y fue cuando recordé que hoy por la tarde tengo que ir al médico a una revisión rutinaria, el doctor me cae muy bien y creo que esa es una de las razones por las cuales sigo acudiendo a él: porque es amable y tiene buen semblante.

Recuerdo que de niña, era un poco enfermiza y mi mamá me llevaba al doctor muy seguido, pasábamos al consultorio número 2 de la clínica, no me gustaba ir porque la doctora tenía una cara de horror y no era nada amable conmigo, además yo no entendía nada de lo que le decía a mi mamá, pocas veces me examinaba y yo decía: "¡Cómo va a saber qué tengo si ni siquiera me revisa?" -eso pensaba mi mente infantil-

Desde entonces no me gusta la gente mal humorada, no me gusta la gente que no es amable, no me gusta la gente que no le gusta ayudar a los demás, no me gusta tampoco la gente que pisotea a los demás.

En fin, he aprendido a no hacerle caso a ese tipo de gente.

Estrella del rock...


La música tiene esa curiosa "energía" para transportarte a momentos extraordinarios; no sé que sería de mi vida sin música.


Suelo ser muy auditiva, recuerdo que iba en la camioneta de Manuel en julio pasado, él es un amigo que aprecio bastante pues es de las pocas personas que se mantiene al pendiente de mí y siempre tiene palabras lindas para mi desagradable persona. Iba con él y mi amiga en su camioneta, nos había llevado a conocer una hacienda de Puebla. A él le encanta el rock así como a mí, yo cambiaba de canción el stéreo de su auto hasta encontrar una canción que me agradara.


De repente encontré una que me gustó y la dejé sonar completa y la verdad no sé a dónde me fui con esa melodía ya que me quedé calladita; hablo más que mi amiga y que Manuel juntos (bueno la verdad ellos no hablan mucho, jeje) pero sólo se escuchaba de fondo la rola y alrededor el paisaje del pueblo. Manuel me preguntó al terminar la canción ¿hasta dónde te fuiste? Yo sólo voltee y le dije "la música calma a las fieras Manuelito", sonreímos y él siguió el destino hasta su casa.


Esa es la magia que posee la música, por eso en mi próxima vida quiero ser estrella del rock; si como espectador eres capaz de experimentar momentos alucinantes con sólo escuchar los acordes de las guitarras y el sonar de la batería, no quiero imaginar la adrenalina de estar frente al escenario.


Me encanta ir a conciertos, no entiendo a las personas que pueden estar sentaditos en sus asientos sin mover la cabeza o brincar. En abril pasado fui a un concierto de rock yo sola, fue de las mejores experiencias que he tenido, no sólo por el grupo que vi, sino por todas las emociones que se generaron; no me importó brincar y mover mis manos como loca ante las miradas de las personas que se encontraban a mi lado; era mi momento y lo disfruté a más no poder.


Mi vida está marcada por canciones, agradezco tener mi capacidad auditiva muy despierta para encontrar frases y acordes que disfruto cada que una canción toca mis sentidos. ¡Dios bendiga el rock!

Sin decir te quiero...


No soy demasiado efusiva, pero cuando entrego mi cariño (a una pareja o a un amigo) lo hago de verdad. Tampoco voy diciendo "te quiero" o "te amo" a todo el mundo, se me hace vacío decirlo a cada momento. Creo que a la única que se lo repito es a mi madre, quizás sea el "te quiero" más sincero que me pronunciado.


Apenas hace un tiempo he estado replanteándome esas cosas del amor y la amistad, no sé qué tan buena amiga sea, de hecho tengo pocos amigos y los puedo contar con los dedos de las manos. Mi mejor amigo es hombre y quizás sea porque crecí rodeada de hombres, no tengo hermanas, no sé que sea la confidencia entre las mujeres que viven y crecen bajo un mismo techo.


Las mujeres somos cosa aparte dicen por ahí que "podemos destrozarnos, pero no podemos hacernos daño", ¡que frase tan más hipócrita! Claro que podemos destrozarnos y tirarnos mierda hasta decir ¡basta!


Hoy recordé a una amiga de la Universidad, hace tiempo que dejé de hablar con ella por un "mal entendido", me he enterado que se ha convertido en madre. Es curioso imaginarmela embarazada o ahora ya con su bebé en brazos y no estar con ella.


En un tiempo llegué a pensar que estaría con ella en esta etapa, aunque la verdad no me la imaginaba como mamá.

Nunca he sido uña y carne con mis amigas, así como he visto lo son otras mujeres, no sé por qué me cuesta confiar en las mujeres y no soy misógina, tampoc feminista, ni nada por el estilo pero siempre he pensado que la amistad entre mujeres es complicada, así como nosotras.


Quisiera tener una hermana; es muy tarde para pedirla, quisiera una amiga como Cristina que fuera más que mi amiga, que fuera como una vez la enunció Meredith: "mi persona".

No hay nadie por aquí...

Un tiempo me puse la meta de escribir aunque sea un post por semana. Pero la verdad es que no me gustó sentirme obligada, escribo porque me gusta, porque me llena y cuando creo sentir la necesidad o bien, cuando tengo algo que decir.
Dejé el blog por un largo tiempo, no porque no tuviera nada qué decir sino porque no tenía el suficiente "tiempo". Así son las "para-jodas" de la vida.
He pensado en escribir mis sueños, la psicóloga Gis me dijo que sería bueno para empezar a ver los niveles que puedo alcanzar, yo puedo leer en mis sueños, ella dice que no es muy común; también sueño en primer y tercera persona.
Un día de éstos escribiré algunos de mis sueños, son extraños y algunas veces ciertos.

Ojalá por aquí haya alguien que aún lea mi blog...