No puedo decir adiós...


No entiendo por qué me aferro, no sé por qué te aferras; no sé si llamarlo amor, capricho o mero masoquismo.


Queremos estar juntos y no hay nadie que lo impida, son las situaciones... primero fueron mis miedos, después tu trabajo que te absorbe y tú siempre tan ocupado, siempre distante, disperso. Y ayer apenas decías "Soy un tonto por no saber demostrarte lo mucho que te quiero", ¿esto deber ser un consuelo para mí? debo dar por hecho que no sabes demostrarme tu amor y que sin embargo, me amas.

Ya no sé qué hacer, no sé si soltarte, dejarte ir o aferrarme más a tí, yo no puedo ponerle fin, tú dices qué tampoco lo harás, a mí me falta valor.



Son tontos o????


No trato de entender a los hombres porque creo que podría llevarme mi vida entera en tratar de entenderlos, ¡si no entiendo a mi propio sexo!

Hace unos días tomé la iniciativa con un chico, le dije "me gustas, sé que tienes novia pero no importa... vamos a tener "algo".


Obvio que ese algo tenía una connotación sexual, a lo cual el sujeto en cuestión se limitó a decir "De verdad ¿estás segura?

Sí -insistí- No tengo compromisos y no los quiero, sólo quiero darte besos y... otra cosa.

¡Ah! pero no sé, me gustas mucho pero...


Para no hacer el cuento largo al final le dije ¿me tienes miedo o qué?

Él contestó: Algo así....


Bah!!!! Entonces, ¿qué diablos quieren?


Si les decimos que no, somos unas viejas payasas.

Si les decimos que sí, somos unas zorras.... No entiendo, no entiendo

Déjame amarte hoy


Y es tan fácil decir "Yo te amo", claro que es fácil lo difícil es que la otra persona sienta o diga lo mismo por tí.

Y es cuando uno tendría que decir "Yo te amo y no me importa si tú no; te amo y con eso me basta si tú no me quieres, ese ya no es mi problema y no me importa"


¿Pero saben qué es lo peor? Que sí nos importa si no nos quieren, no basta nuestro amor ni nuestro corazón, todos siempre queremos que nos correspondan y es ahí donde nos damos un madrazo, es ahí cuando duele y cuando lloramos, tomamos, le hablamos al mejor amigo (a) y cuando nos damos cuenta que no podemos querer solos, que necesitamos al otro.


Seres humanos que a fin de cuentas necesitan a su "otra mitad".